IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN

  Se reconoce que ser capaz de comunicar nuestros sentimientos ,nuestras necesidades y aspiraciones a personas importantes en nuestra vida influye mucho en la salud mental ,quienes no están dispuestos a dar información sobre su persona ,no solo se ocultan de la gente ,sino que tampoco pueden alcanzar el pleno conocimiento de sí mismos que lograrían con las reacciones de los demás y con la comunicación de dos direcciones,además de causar un efecto catártico o un reductor de tensiones ,beneficiándonos pues ayudarnos a reducir el insomnio y la Presión Arterial ,nos ayuda a conocernos mejor ; asimismo los gestos que empleamos también son muy importantes como una sonrisa, esta nos ayuda a mantener un lazo amistoso ,gesticulando palabras intercambiamos información y podemos conocer mejor a la persona con quien estamos interactuando ,verificando nuestros deseos y estados de ánimo a la vez desarrollamos nuestra creatividad.

EL ORIGEN DE LAS RELACIONES AFECTIVAS: LA INFANCIA

 El ser humano, sin poder ser alguien por sí mismo .Es en ese momento cuando la madre lo acoge y le cubre sus necesidades:

a) Lo mantiene vivo y confortable.

b) Le da la ilusión de ser y estar en un sitio seguro.

c) Mediante una relación simbiótica .Con una persona potente, se genera la ilusión de ser enormemente poderoso.

    La relación simbiótica madre-hijo es la clave de las posteriores relaciones de adulto. En esta etapa, hasta la mejor madre, en algunos momentos de su vida, bien por causas ajenas a ella (enfermedad, internamientos, etc.), por circunstancias externas (agotamiento, cansancio, etc) o por creencias (“ no es bueno tocar al niño”, etc.),no satisface completamente  los deseos del niño y puede interrumpir la conexión de apego, dejando una huella que quizá determine posteriormente una carencia afectiva ,si la desatención se produce habitualmente.

   Las mayores necesidades de apego de un bebe se encuentran en el primero y segundo año de vida. Influyendo ésta en la personalidad adulta, los hace inseguros, ansiosos, buscando vínculos que nos llenen ese vacío, cuando de pequeños no lo recibimos; tendiendo a llevar relaciones conflictivas.